La especialísima advocación de nuestro Cristo ha dado como resultado una estrecha vinculación con la familia castrense, englobándose aquí tanto las Fuerzas Armadas y Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado. La máxima expresión de esta relación se produce en la mañana del Martes Santo con la Misa de Ofrenda del Ejército, en la que una nutrida representación del Ejército de Tierra, de la Policía Nacional y de la Guardia Civil, se hace presente en el Convento para testimoniar su fidelidad al Santísimo Cristo y a Su Amantísima Madre.
La Cofradía presenta como característica diferenciadora, que aun siendo una Hermandad de rigurosa penitencia, de las llamadas de negro, la música, seleccionada y adaptada al estilo de la cofradía, está presente en el acompañamiento de ambos pasos. Fieles al espíritu de la Cofradía, son especialmente destacables tanto el prólogo como el epílogo de la Estación de Penitencia, en los que el silencio y el recogimiento son los actores principales y en el que el lenguaje de los símbolos está muy presente.