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Tribuna libre

Notarios para la historia

24 febrero, 2020 Por Hermandad de la Defensión

225 años de la llegada a Jerez del Stmo. Cristo de la Defensión.

Eran las ocho y cuarto de la tarde de un domingo inolvidable. Doscientos veinticinco años después, el Cristo de la Defensión se hallaba de nuevo, en la reja de la Iglesia de la Cartuja. Nuestro hermano número uno, Paco Fernández García-Figueras, se dirige emocionado a los miembros de Junta de Gobierno, para designarnos, en cariñosa expresión de gratitud, “notarios de la historia”.

Sí. Estábamos siendo notarios privilegiados de un acontecimiento histórico. Pero al mismo tiempo somos humildes depositarios de un legado valiosísimo, por todo cuanto en términos históricos, artísticos y sobre todo, devocionales, representa el Santísimo Cristo.

He aquí el sentido de esta tribuna libre: agradecer a quienes han permitido que un empresa de tal envergadura pudiera llevarse a cabo, y rendir tributo a todas las personas e instituciones que han hecho posible que, doscientos veinticinco años después, Jerez pueda seguir rezando, meditando o, sencillamente, deleitándose mediante la contemplación del Santísimo Cristo de la Defensión.

Agradecimiento al Señor Obispo, D. José Mazuelos, cuya implicación ha sido fundamental para que la Cartuja acogiera el acto central de una efeméride tan señalada, y a las Hermanas de Belén, santas y efímeras hospederas de nuestra bendita imagen. La hermandad tuvo a bien – minutos antes de que el Cristo abandonara la Iglesia, en solemne traslado presidido por nuestro obispo – que fueran ellas las últimas personas en besar los pies del Crucificado.

Agradecimiento a quienes nos han acompañado en este magno acontecimiento, representantes de las corporaciones que formaron parte de aquella procesión que llevó hasta Jerez al Santísimo Cristo: Coronel del Regimiento de AAA74, D. Jaime Vidal Mena Redondo y su esposa, miembros de la asociación de veteranos artilleros del RAAA74, y hermanos mayores de Vera-Cruz, Angustias y Rosario de Montañeses.

Muchas gracias también a Elena Aguilar, Directora de nuestro querido Colegio de la Compañía de María, tantas veces anfitrión de nuestras devociones, y a nuestro Director Espirtual, Padre Raúl Sánchez Flores, que presidiera el Via Crucis en la tarde del domingo.

A todos los cofrades y devotos que nos arroparon durante el solemne Via Crucis, por su recogimiento y saber estar, y a los medios de comunicación, por el exquisito trato informativo que han dispensado a este acontecimiento.

Nuestro reconocimiento y gratitud a los cartujos, primeros anfitriones aquel febrero de 1795 del Cristo de la Defensión, a la orden capuchina, en especial a Fray Antonio Ruiz de Castroviejo – que hace ya bastantes años recogiera el testigo de otros hermanos capuchinos en las labores de guardia y custodia de la bendita imagen -, y a los miembros de las Juntas de Gobierno de la hermandad que hubieron de afrontar decisiones importantes relativas al estado de conservación de la imagen. El acierto de las mismas ha permitido que hoy podamos disfrutar de esta impresionante talla en todo su esplendor.

A los pies del Cristo, en su azulejo de Capuchinos, el mar en tempestad nos recuerda a aquellos marineros que perecieron escoltando al navío que transportaba al Santísimo Cristo y a los que, milagrosamente, lograron llegar a los Hornos de la Cartuja, el 14 de febrero de 1795.

En el mismo lugar que ocupa este azulejo, se ubicaba aquel ventanal del antiguo convento, protagonista de una icónica fotografía de mediados del siglo pasado en la que un hombre, aferrado a los barrotes, contempla al crucificado capuchino. Vaya también nuestro recuerdo a tantas personas, muchas de ellas anónimas, que a lo largo de estos doscientos veinticinco años, depositaron sus plegarias, sus intenciones y sus esperanzas a los pies del Santísimo Cristo.

Pero volvamos a la Cartuja, al otro lado de la Puerta del Arcángel, donde un camino empedrado flanqueado por dos setos bajos, conduce a un hermoso lugar conocido como “Mambré”, donde las Hermanas de Belén reciben a las personas que van a visitarlas.

En aquella estancia diáfana y austera, presidida por unos Santos Evangelios contenidos en una hornacina de ladrillo visto, fue emocionante ver a los hermanos venerables – auténticos fedatarios de nuestra historia – custodiando en silencio a la devoción de sus vidas. En la memoria de los presentes, quienes ya gozan de la presencia del Padre, muchos de los cuales nos precedieron en las responsabilidades que hoy desempeñamos.

Faltaban pocos minutos para que la Puerta del Arcángel se abriera y entre un velo de incienso, se alzara imponente, como en un sueño y a hombros de sus hermanos, la serenísima figura del crucificado de Esteve Bonet. Momentos antes, los bebés de nuestra Junta, Mariola y Juan Diego, reían y jugaban frente a la portada renacentista del Monasterio. Y era bonito pensar que dentro de veinticinco años, ellos y otros niños que allí se encontraban, tomarían el testigo, como notarios de la historia del Santísimo Cristo de la Defensión.

Fernando Barrera Romero
Hermano Mayor

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Francisco Cómez Mori

16 abril, 2019 Por Hermandad de la Defensión

Paco Cómez, como le llamamos la familia defensionista, fue durante 22 años Hermano Mayor de la Hermandad de la Defensión, situación esta que actualmente no estaría permitida por la normativa diocesana, pero es un dato relevante para poder entender la reciente historia de esta corporación.

Conjuntamente con su esposa, Mercedes Gil, formaron un tánden inigualable. Durante su extenso mandato se podrían destacar tres logros principales, en los que tuvieron mucho que ver los miembros de la junta de gobierno que lo acompañaron durante los 22 años.

En primer lugar Paco fue un hombre de consenso, lo que le llevó a tener una magnífica relación con la comunidad capuchina de Jerez y por ende con la Orden. De igual forma y con esas dosis de relaciones públicas nato que le caracterizaban, tenía la Hermandad completamente pacificada.

En segundo lugar, Paco consolidó y potenció la relación con el estamento militar. Gracias a su habilidad debemos esas imágenes en blanco y negro y esas primeras a color en las que se observa la avenida repleta de militares para desfilar tras el Santísimo Cristo de la Defensión.

Por último, durante su mandato, concretamente en 1971, se adquiere y se bendice la actual Virgen de la O, obra del imaginero sevillano Luis Álvarez Duarte. Luchó incansablemente para sacar bajo palio a la Virgen, acontecimiento que ocurrió en 1992 bajo el primer año de mandato de Claudio Troncoso, pero que se había gestado durante el último de Paco. En reconocimiento  a todo este esfuerzo, la Hermandad nombró a su esposa, Mercedes Gil, Camarera Perpetua de la Virgen de la O.

Este último hito en la historia de la Hermandad de la Defensión tuvo, sin él saberlo, mucha relación con el día de su marcha para estar junto al Padre Eterno. Como cada año, la Virgen de la O marchó en el mes de mayo, concretamente el día 30, para estar con sus niños de la Compañía de María. Fue ese día cuando la Hermandad recibió la noticia del fallecimiento de Paco. Al día siguiente, 31 de mayo, la Hermandad conjuntamente con el colegio, agilizó el regreso para que la Virgen de la O estuviera vestida de negro riguroso y recibir así el cuerpo de nuestro hermano en un esfuerzo titánico de la mayordomía y priostía.

Sirvan estas palabras para dejar patente y constancia escrita del agradecimiento de la familia defensionista hacia Paco Cómez y Mercedes Gil por todo el trabajo que realizaron. Gracias a él y a todos los hermanos mayores que me precedieron, por habernos legado lo que hoy es la hermandad de la Defensión.

Fernando Barrera Romero

Hermano Mayor de la Defensión

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Luz del Martes Santo

27 marzo, 2018 Por Hermandad de la Defensión

Hoy es Martes Santo. Hoy el sol morirá  antes de tiempo. Un eclipse mortal querrá ennegrecer la luz del día invadiendo su reluciente fulgor con hiriente oscuridad.

Mientras la penumbra luche inexorablemente por hacerse dueña de los muros  capuchinos, el retumbar constante, ronco y profundo de eternas campanas que redoblan a muerte hiriendo el aire que nos cubre tañendo parsimoniosamente, será el eco avisador de lo que pronto habrá de ocurrir.

Se abrirán unas puertas de par en par adueñadas por tinieblas ansiosas de recoger, de hacer suyo en el oscuro interior, la silente luz externa que ilumine la soledad de quienes revestidos del hábito nazareno, compaña en el transitar del día de hoy, y fiel compañero del último viaje que habrá de llevarnos por nuestra postrera carrera oficial, por nuestro definitivo cortejo, a las plantas del Padre, estarán  cubiertos con la sobriedad terrenal del ruán morado.

Entre ascuas de tinieblas se ansiará lograr la perfección nazarena. Los gritos del silencio resonarán como estruendos invisibles, como tormentas de existencia en los corazones que ansiosos por acompañar al Cristo, les encaminarán con paso firme a cumplir con nuestra forma de ser, con nuestra tradición, con nuestra forma de entender la vida, con nuestra forma de creer. Nos pondrá en el camino que es Verdad y Vida.

Cual velo del Templo que se rasgara, cualquier insignificante haz de luz entre aquel eclipse solar de muerte, será el fulgor esperanzador y guía como faro en la noche para el ejemplar cortejo de nazarenos, que cual éxodo judío que en busca de la tierra prometida, ansía alcanzar el maná al que todos los creyentes aspiramos.

Perfección nazarena entre tinieblas. Ejemplaridad en el caminar. Pulcritud franciscana en el transcurrir por nuestras vidas cofrades, a veces tan imperfectas, a veces capaces de regalarnos la mayor de las bellezas. Caballeros andantes cumplidores de eternas devociones heredadas y de promesas aún por ser concedidas o de eternos agradecimientos por su concesión, sanadoras de la salud y  custodios de una vida mejor.

Todo estará revestido de una pureza inimaginable, inspiradora de lo más puro de nuestros cincos sentidos.

Oscuridad que cegará los ojos del penitente; gusto por la herencia recibida de nuestros ancestros, sabedores de transmitir generación tras generación la fe de sus mayores; olor del purificador incienso nazareno, eterna compaña  de Cristo desde el pesebre natal; ronco sonar del llamador de un paso que se abrirá a la vida y que  romperá la vigila del suelo sacro. Todo ello exaltación de los sentidos, auge del sentimiento humano que nos llevará a tocar con las puntas de los dedos la mismísima gloria del Padre.

Y todo porque el sol del Martes Santo muere antes de tiempo. Sol de Vida y Esperanza.

Sol de Expectación de la Virgen. Sol en Cruz defendido, Defensión.

O, de belleza sin igual bajo palio cobijada. O, al encuentro de la Luz. O, de vida ante la muerte. O, fuente de consuelo y esperanza ante el eclipse mortal de la Luz traspasada por cuatro clavos.

José Blas Moreno González

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La Guardia Civil y el Cuerpo Nacional de Policía

5 octubre, 2017 Por Hermandad de la Defensión

La Hermandad de la Defensión está estrechamente vinculada al estamento militar desde su fundación, ya que el 5 de Marzo de 1795, el Regimiento nº 18 de España escoltó la Imagen del Santísimo Cristo de la Defensión, desde el Monasterio de la Cartuja hasta la ciudad de Jerez. El 18 de diciembre de 2010, festividad de la Expectación de María, titular de esta Hermandad, se concedió por parte del Arzobispado Castrense de España, el título de “Castrense” como refrendo de la vinculación antes mencionada.

El 30 de marzo de 2010, Martes Santo, al finalizar la ofrenda por parte del Comandante Militar de Cádiz y Gobernador Militar del Campo de Gibraltar, D. Antonio León Villaverde, la Hermandad de la Defensión nombró Hermanos Honorarios de la Corporación, al Cuerpo Nacional de Policía y a la Guardia Civil, recogiendo las credenciales el Capitán Jefe de la Compañía de Jerez. D. José Miguel Rodríguez Rivas y el Comisario Jefe, D. Andrés Martín Garrido Cancio, respectivamente.

Son varias las décadas de relación y unión entre la Hermandad de la Defensión y las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado. Hemos sido siempre testigos de excepción del trato exquisito que siempre nos dispensan y de la sensibilidad  con la que nos distinguen. En estos días tan complicados y difíciles quisiera poner en valor la gran profesionalidad de los componentes del Cuerpo Nacional de Policía y de la Guardia Civil. Admirados tanto dentro como fuera de nuestras fronteras y que día a día luchan para ser garantes de la seguridad de todos los españoles. En ese “todos los españoles” se engloban todos, inclusive aquellos que los ven como una amenaza o simplemente como sus enemigos.

Desgraciadamente en esta Hermandad son innumerables las misas de funeral que se aplican por el eterno descanso de estos profesionales que mueren en acto de servicio. Una vez más somos testigos de su trabajo en pro de los derechos de los españoles, aunque para ello tengan que morir ejerciendo su profesión. Su labor no solo se desarrolla en territorio nacional, sino que también mueren fuera de nuestras fronteras con el objetivo de  proteger a España.

Hoy toca hablar alto y claro. El Cuerpo Nacional de Policía y la Guardia Civil son  estamentos ejemplares, formados por profesionales con una alta cualificación. Son instrumentos del Estado  que refuerzan y aseguran la democracia de este país y cuya misión principal es la de garantizar  la protección de los ciudadanos frente a los actos delictivos que puedan amenazarlos, asegurar el cumplimiento de las leyes llevando ante la justicia a todo el que las incumpla, defender el libre ejercicio de los derechos y las libertades y preservar la seguridad ciudadana. Ante esto lo único que cabe es el reconocimiento y el agradecimiento.

Por último, quisiera aprovechar la oportunidad que me brinda este medio de comunicación para agradecer públicamente y de forma clara y contundente la labor que cada día realizan la Guardia Civil y el Cuerpo Nacional de Policía. Gracias por su labor en defensa de una España mejor, más segura y con más valores. En esta época que nos ha tocado vivir, con el relativismo siempre presente, no cabe duda que los Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado son todo un referente. Pido al Santísimo Cristo de la Defensión que los guarde y los proteja en el desempeño de sus responsabilidades. Gracias de todo corazón a todos los profesionales que velan por España.

 

Fernando Barrera Romero

Hermano Mayor de la Hermandad de la Defensión

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El Lignum Crucis en la Defensión

14 septiembre, 2017 Por Hermandad de la Defensión

«Entonces aparecerá en el cielo la señal del Hijo del Hombre» (Mt 24,30). La cruz es el símbolo del cristiano, que nos enseña cuál es nuestra auténtica vocación como seres humanos. Hoy, 14 de septiembre, la Iglesia celebra la festividad de la Exaltación de la Santa Cruz. El 21 de noviembre de 2012 la hermandad de la Defensión incorporó como titular a la Santa Cruz por Decreto del obispo, José Mazuelos. Con tal motivo, la reliquia del Lignum Crucis (madera de la verdadera Cruz de Cristo) sale en la cruz de guía de la cofradía en un relicario de plata de ley hecho a tal efecto por el orfebre sevillano Jesús Domínguez.

La partícula del Lignum Crucis que posee la hermandad procede de la Cartuja brasileña de nuestra Señora de Medianeira. Ha sido un hermano de la cofradía, el P. Luis María de León, prior de la citada Cartuja, quien donó la reliquia. Desde su llegada, la misma estuvo custodiada en la iglesia del Monasterio de la Cartuja de nuestra Señora de la Defensión por sus actuales moradoras, las hermanas de Belén. Cabe recordar que el P. Luis María de León perteneció a la última comunidad de cartujos que habitó en el cenobio jerezano. Cada Martes Santo, él y otros cuatro monjes también hermanos, se ponen sobre el pecho la medalla de la hermandad durante el tiempo que la Hermandad realiza su estación de penitencia.

El Lignum Crucis pertenece al grupo de las reliquias mayores, que son las que proceden de la pasión de Jesucristo, frente a las menores, que son de los santos. Como símbolo de adoración y sumisión a Dios, se realiza el acto de genuflexión ante las reliquias de la Cruz en la liturgia del Viernes Santo así como en las ocasiones que estén expuestas para su veneración, como es el caso de la festividad de la Exaltación de la Santa Cruz en el convento capuchino.

El Santo Lignum Crucis de la Hermandad de la Defensión está autentificado y se expone de manera permanente en una austera capillita del convento de Capuchinos en la que solo destaca el relicario de plata de ley donde se guarda la partícula. A su lado una réplica de la autentica, que dice lo siguiente: Nicolás Ferrante, de las causas de los siervos de dios de la Congregación del Santísimo Redentor, Postulador General, a todos los que han de ver estas letras damos fe y somos testigos de que tomamos de las auténticas una partícula del Leño de la Santísima de la Cruz de Nuestro Señor Jesucristo, que colocamos en una teca (caja) de plata de forma redonda, estando cerrada por un cristal, ligada con un hilo de seda del color rojo, y sellada por el sello de nuestra delegación. Roma, 11 de junio de 1967.

La Hermandad de la Defensión hace lo indecible para dar a esta reliquia la dignidad que se merece. No en vano, el Martes Santo la cruz de guía de la cofradía va precedida de cuatro parejas de cirios de escolta portando cirio rojo, siendo cuatro porque este número representa a la cruz. A continuación tres acólitos turiferarios muestran que la cruz es titular de la Hermandad. La cruz de guía la porta un hermano llevando sobre sus hombros un paño humeral de color rojo en señal de respeto, escoltado por dos faroles con codales del mismo color. Tras el Lignum el palio de respeto también de color rojo portado por seis acólitos con roquete y sobrepelliz. Precediendo al conjunto se hayan dos voluntarios que van entregando estampas a los fieles en los que se les invita a prestar la reverencia obligada a esta Santa reliquia.

En el día de hoy el Santo Lignum Crucis entrará de forma solemne en la iglesia de capuchinos para  la celebración de la festividad de la Exaltación de la Santa Cruz. Lo hará en la procesión de entrada, portando a continuación los hermanos más antiguos el palio de respeto y a los sones de “Victoria tu reinarás”. La eucaristía estará presidida por el Muy Reverendo Padre Provincial de la Orden Capuchina en España, Fr. Benjamín Echeverría Martínez, que ha querido celebrar con la Hermandad esta festividad. Con muy buen criterio la junta de gobierno ha querido despedir en este día tan especial al Rvdo. p. Fr. Alfonso Jiménesz Santos. Tras la bendición final, el sacerdote celebrante y los concelebrantes pasarán a besar el Santo Lignum Crucis, haciéndolo a continuación los fieles que así lo deseen. Una vez finalizado y con la misma solemnidad que entró se trasladará a su ubicación junta a la capilla de la Virgen de la O.

Quisiera terminar este artículo con el lema de los cartujos que esta Hermandad de la Defensión ha hecho suyo por cuanto significa y engloba. STAT CRUX DUM VOLVITUR ORBIS (La Cruz permanece mientras el mundo gira).

Antonio García-Figueras Romero

Hermano de la Defensión

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La Orden Capuchina y la Hermandad de la Defensión

11 septiembre, 2017 Por Hermandad de la Defensión

He de reconocer que estos dos últimos meses han supuesto un tiempo de sensaciones encontradas para la Hermandad de la Defensión a la que me honro en presidir. De un lado, de profunda tristeza y pesar por la unificación del convento capuchino de Jerez con el de Sanlúcar de Barrameda, con la consiguiente marcha de los dos sacerdotes de la comunidad, Fr. Alfonso de Antequera y Fr. Ricardo de Córdoba. Y por otro lado, la gran alegría de saber al fin, que el convento no se cierra y que la Orden Capuchina seguirá presente en la ciudad de Jerez para mayor Gloria de Dios nuestro Señor.

La Hermandad de la Defensión es franciscana desde su nacimiento, allá por 1957. Fue en el año 1987 cuando el por entonces Ministro General de la Orden Capuchina, Fr. Flavio Roberto Carraro, concede a la corporación mediante credencial el título de “Hermandad Franciscana” con todos los derechos y deberes espirituales que ello conlleva. Por nacimiento y por convencimiento verdadero, la Hermandad de la Defensión se siente tremendamente orgullosa de tener y vivir el carisma de nuestro seráfico Padre San Francisco de Asís. De ahí la terrible incertidumbre con la que hemos tenido que lidiar en estos dos últimos meses y que finalmente se ha disipado con la seguridad de que  la Orden Capuchina seguirá estando en Jerez.

Como decía anteriormente, los dos sacerdotes que componían la comunidad de Jerez partirán hacia distintos puntos de la geografía andaluza. Fr. Alfonso ha sido destinado a la parroquia de la Divina Pastora de Sevilla y Fr. Ricardo de Córdoba irá nuevamente hacia su ciudad natal. Quisiera aprovechar estas líneas para agradecerles a ambos los innumerables detalles que han tenido hacia la Hermandad de la Defensión.  Han sido muchos años de dedicación no solo a la Hermandad sino también al pueblo de Jerez. Forman parte ya de la historia con mayúsculas de esta ciudad.

En el caso del P. Alfonso, ha sido Director Espiritual de la Hermandad durante varias décadas y por este motivo quisiera tener un recuerdo especial hacia este sacerdote capuchino. Llegó a Jerez en 1988 y se marcha a Sevilla tras casi treinta años de estancia en esta comunidad. Ha sido Director Espiritual de la Hermandad, profesor de religión en el Instituto Álvar Núñez, capellán de las Hermanas de la Cruz y consiliario de varios equipos de Nuestra Señora. Toda una vida dedicada a la ciudad de Jerez desde su carisma franciscano. Ha sido testigo de momentos tremendamente felices, pero también de otros que no lo han sido tanto como el fallecimiento de hermanos, por todo ello se ha ganado a pulso el formar parte de la gran familia defensionista.

Es obligado y justo tener un recuerdo especial en estos momentos hacia aquellos frailes capuchinos que han pertenecido a la comunidad de Jerez y que gozan ya de la presencia de Dios Padre. Agradecimiento también que deseo hacer extensivo hacia el que ha sido Guardián de Jerez durante muchos años, Fr. Antonio Ruiz de Castroviejo Alba. Gracias por la dedicación y por los desvelos que ha tenido siempre hacia su Hermandad de la Defensión.

El próximo 14 de septiembre esta Hermandad celebrará a las 20.30 horas la festividad su titular, la Exaltación de la Santa Cruz, con una eucaristía solemne que estará presidida por el Muy Rvdo. P. Provincial de la Orden Capuchina en España, Fr. Benjamín Echeverría Martínez. Deseo tener un reconocimiento especial hacia El Padre Provincial por la sensibilidad mostrada hacia este convento de Jerez, a buen seguro que no habrá sido fácil mantener abierto el mismo, pero felizmente así ha sido y también por haber aceptado nuestra invitación para presidir la eucaristía. Hemos considerado oportuno en la Hermandad de la Defensión que dicha eucaristía sea la despedida oficial que el pueblo de Jerez le brinde a esta comunidad de frailes que tanto ha dado por Jerez. Quedan pues todos invitados el próximo jueves para cumplimentar a esta comunidad de religiosos. Paz y bien.

Fernando Barrera Romero

Hermano Mayor de la Hermandad de la Defensión

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El Convento de Capuchinos. El regreso de la Orden Capuchina a Jerez.

8 septiembre, 2017 Por Hermandad de la Defensión

Ante la reciente noticia de la unificación de las casas capuchinas de Jerez y Sanlúcar, detallo a continuación cómo fue la última llegada de la Orden Capuchina a Jerez.

Corría el año 1953 cuando la Ciudad vivía un momento cumbre de su espiritualidad. Tras la Misión General, que hizo volcarse a los católicos jerezanos en las Iglesias y conventos, fue el momento propicio para reiniciar su andadura una Orden religiosa que ya en nuestra ciudad antes de la desamortización de Mendizábal había tenido una amplia implantación entre los fieles jerezanos y que contó entre sus hijos más preclaros a Fray Francisco de Jerez, por poner un ejemplo, que hizo una gran labor apostólica  entre los jerezanos.

Había llegado el momento, y así lo comprendieron los miembros de la Orden capuchina, de volver a Jerez, al lugar donde el Gobierno anticlerical del siglo XIX había implantado un Hospicio, posteriormente denominado Hogar de la Purísima Concepción, regentado por los Salesianos por encargo de la Diputación Provincial. Ésta Administración entregó a la Orden capuchina el edificio y los anexos que antaño le habían pertenecido allá por el año 1953 fecha en la que la primera Comunidad de la Orden llegó a Jerez, siendo nombrado Guardián el Padre Jerónimo de Málaga, que siempre estará en el recuerdo de los miembros de la Hermandad de la Defensión por su entrega y la fama que se creó entre ellos de hombre santo que empezó a gestionar la ingente labor de levantar una Iglesia en ruinas. No cabe duda que fue un acierto que a su muerte, se trasladaran sus restos mortales a Jerez, descansando en la actualidad en la Capilla de María Santísima de la O.

Como motor de la construcción de la nueva Iglesia, un sacerdote capuchino de la República Dominicana, el padre Emilio de la Vega Real, se encargó en Jerez de movilizar a todas las fuerzas vivas y con la ayuda incondicional de los primeros veinticuatro hermanos fundadores de la Hermandad de la Defensión, ideó organizar un gran acto para agradecer al Ayuntamiento de la Ciudad, patrono de la fundación de la Casa de Jerez en el siglo XVII, y a la Autoridad Eclesiástica de la Archidiócesis, los apoyos recibidos para la segunda venida de los Capuchinos a la ciudad.

La intermediación de las muchas amistades labradas por éste fraile y el Padre Jerónimo hicieron factible que Don Francisco Ribas cediera el Teatro para el acto del 12 de Octubre, Fiesta de la Hispanidad, y a la que asistió por primera vez la Corporación Municipal bajo mazas y lo que es más importante, fue el Santísimo Cristo de la Defensión la primera, y por ahora única imagen que se instaló en el escenario del Teatro Villamarta.

El Cardenal Arzobispo de Sevilla estuvo presente junto con las primeras autoridades de Jerez, tanto civiles como militares, así como el citado Ayuntamiento bajo mazas presidido por el Alcalde Don Álvaro Domecq y Diez y un buen número de religiosos Capuchinos que de distintos puntos de la provincia de la Orden quisieron unirse al acto. Se inició el acto con unas palabras de Fray Emilio de la Vega Real, verdadero promotor de la llegada de los Capuchinos.

Y llegó el plato fuerte del acto que fue la grandiosa disertación que como motivo central del acto pronunció el ilustre escritor, poeta y mantenedor de tantos actos religiosos y poéticos Don Francisco Montero Galvache, que tituló su discurso “El Cristo de la Defensión, honor y gloria de Jerez” siendo presentado por Fray Buenaventura de Cogollos Vega, provincial de la Orden en Andalucía. La Banda Municipal interpretó el Himno Nacional como se hizo al inicio, poniendo así un broche de oro a un acto que no pudo ser mejor pórtico de la entrada de la Orden Capuchina a Jerez.

 

Fernando Barrera Cuñado

Hermano Fundador de la Defensión

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Cristianismo, cultura y cofradías

3 mayo, 2017 Por Hermandad de la Defensión

Siempre me sorprendo, y a la misma vez me asusta, cuando escucho la negativa y la crítica injustificada a nuestras tradiciones y a la forma de expresar nuestra religiosidad.

Me pregunto cual es el punto de partida para que tantos jóvenes y no tan jóvenes de nuestro entorno tengan como único nexo de conexión con la Iglesia a las hermandades. Que hay en el fondo de esta expresión cultural tan nuestra.

A mi entender es que las hermandades, romerías, peregrinaciones o devociones populares, todo lo que nos ofrece la Iglesia y está reconocido por ella, nos invita a vivir a cada uno de nosotros partiendo del hecho de que Cristo está presente, y esto genera un hecho cultural que en el fondo es un milagro de una sinergia entre la obra humana con todos sus límites y la obra omnipotente del Señor.

En esto consiste vivir esta expresión cultural de nuestra fe. La fe genera una expresión cultural que trasmite un significado de vida lleno de certeza. Todas las críticas que generan esta expresión de vivir el cristianismo, ya sea dentro de la misma Iglesia o fuera de ella, es la falta de reconocer que con Cristo ha comenzado la verdadera sabiduría. La continuación real de su presencia entre nosotros , la comunidad de la Iglesia y de sus expresiones culturales y carismáticas, es el ámbito de nuestra “metanoia”, el lugar donde la mentalidad de Jesucristo puede convertirse en nuestra mentalidad. Es decir la comunidad de la Iglesia y todas sus expresiones se convierten en matriz de la cultura cristiana. Por lo tanto nuestra religiosidad popular es un lugar privilegiado para verificar esta continuidad de Cristo en nosotros.

El cristianismo hoy en dia es fuente de cultura si se acepta el ritmo y la ley de la comunidad donde surge; es algo que no se puede realizar aisladamente sin tener en cuenta los datos sociológicos e históricos del lugar. El cristianismo vivido por ejemplo desde las cofradías, desde esta expresión de religiosidad popular, convierte la vivencia de nuestra sociedad en una dependencia integral, que se convierte en criterios educativos reales para afrontar todas las dimensiones de la realidad.

El término cultura cristiana como nos indica el teólogo y educador D. Giussani, se vuelve equívoco y a menudo se vacía explícitamente de contenido cuando la adhesión a la Iglesia o a cualquiera de sus carisma es solo formal. Entonces, sigue diciendo D. Giussani, no puede nacer una cultura cristiana, no puede suceder el milagro de una personalidad integralmente cristiana; tenemos que resignarnos a la tristeza de una “sal que se vuelve sosa”, a “un talento metido bajo tierra por miedo a perderlo”, o se multiplican esos individuos sobre los que San Juan ponía en guardia a los primeros cristianos, diciendo; “Están con nosotros , pero no son de los nuestros”.

Tomarse en serio el cristianismo, es tomarse en serio la tradición, tomarse en serio el pasado, y esto significa comprometerse con él en la forma que lo hemos recibido para poder descubrir su correspondencia en nuestra actualidad. Fidelidad y libertad, son pues las condiciones sin las cuales no existe el sentido del pasado ni de la tradición que hemos recibido. Porque la tradición es algo permanente que se moviliza en formas siempre nuevas. Sin permanencia no existiría tampoco novedad, sólo una frustración continua de todo.

Tomar en serio la educación cristiana de nuestros jóvenes en cualquier ámbito, ya sea colegios religiosos, hermandades, asociaciones, es tomar en serio y reconocer la tradición , la historia, el carisma de donde nacemos, es nuestro primer deber y por tanto, la tarea mas urgente de nuestra vida cultural porque de ella derivará nuestro compromiso con la sociedad donde estamos.

Un cristianismo que no genera cultura, es un cristianismo que no será verificable por su falta de universalidad y un cristianismo que no reconoce la labor de nuestras hermandades y cofradías es un cristianismo que está llamados a secarse, a desaparecer. Y eso lo podemos observar en miles de ciudades, de colegios, instituciones religiosas.

Estemos en comunión con la historia sin olvidarnos de ella porque generar una cultura cristiana es precisamente una manera de ver, de percibir, y de decidir con respecto a todo. Nuestras hermandades y cofradías son acontecimiento cultural que debemos trasmitir, cuidar y mejorar.

 

Juan Antonio Vital Santos

Sacerdote

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Carta del Hermano Mayor

27 marzo, 2016 Por Hermandad de la Defensión

hermano mayor 2015

Mi querido hermano, recibe este saludo de paz y de bien.

En primer lugar quiero hacerte llegar mi felicitación. ¡Jesús ha resucitado! Y tenemos que estar llenos de alegría y de gozo por ello. Tal y como ha venido sucediendo en el Triduo Pascual, ayer sábado durante la Vigilia, la Hermandad tuvo el honor de colaborar con la comunidad capuchina en la liturgia, tal y como se establece en los estatutos de nuestra Corporación. Mi agradecimiento a Fr. Antonio y al Padre Alfonso por dejarnos participar activamente en el Triduo Pascual.

Como Hermano Mayor he querido esperar hasta el Domingo de Resurrección para hacerte llegar algunas reflexiones sobre el Martes Santo.

Estoy tremendamente orgulloso de la reacción que tuvieron mis hermanos defensionistas cuando les fue comunicada por el Diputado Mayor de Gobierno la suspensión de la estación de penitencia. Pero no solo por la reacción de ese momento, sino por los innumerables apoyos que me han llegado en los días sucesivos. Esto es una muestra de la gran madurez y responsabilidad que atesoran los hermanos de la Defensión. Se demuestra así una vez más que los hermanos de la Defensión saben poner los intereses de la hermandad por encima de los intereses particulares. ¡Qué bella lección esta!

No pudimos salir a la calle para hacer nuestra pública protestación de fe, pero en su lugar se vivieron momentos de gran belleza y recogimiento espiritual durante la celebración del Vía-Crucis del Beato Diego José de Cádiz, magistralmente dirigido por nuestro Director Espiritual, el Padre Alfonso. Fue especialmente hermoso y cautivador ver cómo los hermanos se arrodillaban al paso del Lignum Crucis y cómo la iglesia estaba repleta de túnicas moradas. Como Hermano Mayor fue todo un orgullo presenciar tan enriquecedora experiencia.

Fueron 220 los hermanos nazarenos (niños no incluidos) que entraron en la iglesia. Son cifras estas que jamás se han visto en la cofradía desde su fundación y que debe animarnos a todos a seguir trabajando para que el año que viene sean más los hermanos que vistan la túnica y que acompañen así a Cristo y a María.

No tengo por menos que destacar igualmente el comportamiento de los más pequeños, que en una cuantía superior a cincuenta, presenciaron el Vía-Crucis en el altar mayor, con un comportamiento digno de elogio.

Gracias hermano por tu ejemplar comportamiento y saber estar. Él Señor, que ve en lo escondido, te lo premiará.

Como primer responsable de la Hermandad quisiera finalizar pidiendo perdón a los hermanos más pequeños por privarles de su ilusión de salir en la cofradía. Perdón también a los jóvenes que aprovechan la estación de penitencia para encontrarse con El y con Ella sin que les distraiga nada ni nadie. Perdón igualmente a los mayores que recuerdan otros Martes Santos y a los hermanos que ya no están. Y finalmente perdón a los costaleros y sus equipos de dirección que tanto han ensayado para hacer lucir a nuestros Sagrados Titulares en la calle. A todos pido perdón.

Por último quisiera finalizar con la misma reflexión que hice al recibir al Cristo tras la restauración. Todo en la Hermandad ha de girar en torno al Santísimo Cristo de la Defensión y nuestra Madre, María Santísima de la O. Ellos son los únicos imprescindibles. Todo por Ellos y para Ellos.

Antonio García-Figueras Romero

Hermano Mayor

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La Cruz y el Cristo de la Defensión

1 febrero, 2016 Por Hermandad de la Defensión

Adoración Cruz

Desde el 21 de noviembre de 2012, por Decreto del Excmo. y Rvdmo. Sr. Obispo de Jerez, la Santa Cruz es titular de la hermandad de la Defensión y a ella dedica varios actos durante el año.

Uno de estos actos es la adoración a la Cruz con el Cristo de la Defensión, con oración al estilo Taizé, que tuvo lugar el pasado 22 de enero. Dicho acto es todo un ejemplo de cómo se pueden aprovechar sinergias de distintos colectivos, relegando los intereses individuales en favor de un objetivo común.

Coorganizada por la hermandad de la Defensión, colegio de la Compañía de María, comunidad de Capuchinos y Seminario Diocesano, la oración desbordó cualquier previsión de asistencia. Si la presencia de fieles se había superado cada año llenando prácticamente la iglesia, lo de este año excedió cualquier previsión.

Niños, adolescentes, adultos y personas mayores se congregaron alrededor del Cristo para acompañarlo durante más de una hora. No tengo por menos que destacar la masiva participación de niños y adolescentes un viernes a las nueve de la noche, lo que confirma que nuestra juventud también viene pidiendo su sitio.

Fueron momentos muy emocionantes al poder contemplar cómo personas de todas las edades, condición y sexo estaban alrededor del Cristo, arrodillados, tocando su cruz y respetando su cuerpo con enorme sensibilidad. Cientos de agradecimientos, cientos de peticiones y ruegos que solo Él conoce y que quedarán almacenadas en la nueva cruz del Cristo. No se me ocurre mejor forma de estrenarla. Miles de miradas que en ocasiones se empañaban con lágrimas de tristeza, pero llenas de esperanza al tener delante al Cristo de la Defensión.

Y hablando de esperanza. En un rincón de la iglesia, la Virgen de la O iluminada con los seis cirios que la escoltan siempre en su capilla. Ese fue el lugar elegido por uno de los muchos sacerdotes que participaron en el acto, para confesar a los fieles que así lo quisieron. Al finalizar de la oración reconoció que, allí en la capilla de la Virgen de la O, había disfrutado de una sensación especial al contar con Su compañía. Al lado de la capilla, el altar donde se ubica la cruz de guía de la hermandad de la Defensión que contiene la reliquia del Lignum Crucis, iluminada por cuatro cirios rojos. Todo componía un ambiente absolutamente perfecto que invitaba ciertamente a la oración y al recogimiento personal.

Finalmente me gustaría agradecer al colegio de la Compañía de María, especialmente a su magnífico coro y al departamento de pastoral, sus horas de trabajo y preparación para que todo saliera sencillamente perfecto. Igualmente al Rector del Seminario y a nuestros hermanos seminaristas agradecerles la organización del acto. Por último, mi gratitud a la comunidad capuchina, especialmente al Guardián y a nuestro Director Espiritual, por confiar una vez más en la junta de gobierno. Termino con el lema cartujo: “la cruz permanece mientras el mundo gira”.

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