Ante situaciones difíciles o retos de cierta complejidad es aconsejable e incluso necesario contar con la ayuda de personas, instituciones y colectivos que de alguna manera garanticen el éxito de la empresa por complicada que esta sea. El cincuenta aniversario de la bendición de la Virgen de la O era un hito marcado en rojo en el calendario de la junta de gobierno desde hacía varios años, pero la llegada de esta maldita pandemia hizo necesario dar un giro al programa inicialmente previsto.
En ese acompañamiento necesario para afrontar situaciones complejas hemos tenido la gran suerte de contar con el colegio de la compañía de María. No solo era necesario su concurso, sino además su apoyo y entrega para que toda la logística, preparativos y actos llegaran a buen puerto. Indispensable y principal la ayuda que en todo momento nos brindó la directora del colegio, Dª Elena Aguilar, a la que siempre estaremos agradecidos. Vivimos un momento en el que los casos de Covid en los centros educativos son numerosos. Y en este contexto tan difícil, cobra aún más importancia si cabe la ayuda y el apoyo de la directora, cuando a buen seguro, lo más fácil hubiera sido evitar o excusar su participación dadas las circunstancias. Gracias igualmente a ese magnífico coro que nos acompañó en las celebraciones, dirigido de forma magistral por D. Francisco Marín, que aportó esa nota particular del alumnado del colegio, tan importante para la cofradía.
Y hablando de música. La banda de la Soledad de Cantillana ha sabido adaptarse perfectamente al estilo de la hermandad, prestándose y dando facilidades para todo aquello que se le pide. Gracias, por esa entrega y dedicación.
Se hacía necesaria la colaboración de varias hermandades para que todo saliera según lo planificado. La primera de ellas, la sevillana hermandad de la Carretería, cuyo ajuar de la Virgen de la Luz, compuesto por saya, corona y manto, lucía la Virgen de la O en el taller de Luis Álvarez en 1971. Recuperar esa fotografía para el triduo era importante atendiendo al matiz histórico. Fue un auténtico placer conversar con su Hermano Mayor, D. Miguel Ángel Moreno, quien no dudó un instante en trasladar la propuesta a la junta de gobierno y comunicarnos en breve espacio de tiempo su visto bueno a la petición. Gracias, a la hermandad de la Carretería, por su sensibilidad.
De igual forma con la hermandad de la Macarena, con quien nos unen estrechos vínculos musicales y fraternales. La petición del manto denominado de “Los Cisneros” era crucial para rematar la propuesta presentada por la mayordomía y la priostía. Al igual que el resto, lo más fácil era decir no y así evitar problemas. Pero una vez más, la Virgen fue el centro de todo. Gracias a la hermandad de la Macarena por su generosidad.
La hermandad sacramental de Santiago, con su Hermano Mayor a la cabeza, D. Andrés Cañadas, cedió las añejas andas del Cristo de las Almas para que la Virgen de la O pudiera salir del colegio por esa puerta de infantil tan reducida en dimensiones, pero grande por cuanto acoge cada día al alumnado que será el futuro de esta bendita tierra. Gracias a la sacramental de Santiago por su ayuda y socorro.
Quisiera agradecer también la colaboración de los medios de comunicación, que han dado voz y traslado de todas aquellas actividades que conformaban el programa conmemorativo. Siempre han estado solícitos a nuestras peticiones, llevando a las personas impedidas y enfermas el relato y las imágenes de los actos.
Por último agradecer al Jerez cofrade su acompañamiento el pasado domingo. No era fácil por cuando el día amanecía desapacible. Pero los cofrades una vez más han dado muestras de su compromiso y saber estar. A todos, gracias de corazón.
Fernando Barrera Romero
Hermano Mayor de la Defensión