Cada día, a lo largo de toda su vida, el monje permanece en el silencio y soledad de su ermita en presencia de Dios. Allí celebra las Horas Menores de la liturgia de la Iglesia, estudia, trabaja, come y duerme.
La jornada del monje o de la monja empieza con el oficio de Vísperas, celebrado en la iglesia del monasterio. Llamado a velar durante la noche, el monje se levanta antes de la aurora. Al final de la noche, los solitarios se reúnen de nuevo en la iglesia para celebrar Maitines, Laudes y la Eucaristía. Todos los monjes trabajan en soledad; algunos en el taller de su ermita, otros en el monasterio.
Todo en la vida cotidiana de cada monasterio está envuelto en un gran silencio. El sábado, la comunidad se reúne en el Capítulo. El domingo tiene lugar una comida comunitaria, una larga marcha y un encuentro evangélico en espíritu de comunión fraterna. El lunes es un día de desierto, vivido en una completa soledad. Sólo la Eucaristía reúne a la comunidad en la iglesia del monasterio.
El trabajo artesano de los monjes y de las monjas de Belén no sólo es el medio de ganar el pan cotidiano de cada monasterio, sino también un servicio de Iglesia, ya que es bueno para el pueblo de Dios recibir el mensaje de la fe y de la oración de los que Dios llama a dejarlo todo y a guardar silencio para adorarle día y noche en soledad.
Pintan iconos de Cristo, de la Virgen y de los santos, según la tradición de Oriente que conlleva su teología y su sabiduría. Los iconos se hacen en clima de oración silenciosa, de ayuno y de vigilia. También se hacen igualmente en la oración, esculturas románicas o góticas, concebidas según la tradición de Occidente en la edad de oro del arte sacro. Los monasterios de Belén se esfuerzan en reproducirlas hoy en encina maciza, siendo fieles a las técnicas simples de entonces.
Se proponen una serie de etapas a la libertad de la persona que desea comprometerse en este camino monástico, a saber:
- Escuela de Vida: es la primera etapa, abierta libremente a quien lo desea. Consiste en una primera experiencia de la vida de la comunidad.
- Postulantado: la toma de hábito abre esta segunda etapa, que dura aproximadamente dos años.
- Noviciado: sucede al postulantado y dura dos años.
- Primera Profesión: es la etapa siguiente al noviciado.
- Profesión Perpetua: tiene lugar cinco años más tarde de la primera profesión. Según el camino espiritual de cada uno, estos plazos pueden ser prolongados.
Un ciclo de estudios bíblicos, filosóficos, patrísticos y teológicos, completa la formación monástica en los primeros años de presencia en el monasterio. Después de su profesión perpetua, los monjes que reciben esta llamada, discernida en nombre de la Iglesia por el prior de Belén, son ordenados presbíteros para un sacerdocio de soledad.