Jerez de la Frontera, 4 de abril de 2020
Querido hermano, Paz y Bien:
El sentimiento de nostalgia se manifiesta en esta ocasión antes de que acontezcan los hechos que añoramos, no vamos a hacer estación de penitencia acompañando y ofreciendo nuestras oraciones y ejemplo por las calles de Jerez, pero sí tendremos la oportunidad de acercarnos a Nuestros Sagrados Titulares de otra manera, la estación de penitencia espiritual.
Este singular acontecimiento nos va a permitir, en el anonimato de nuestro hogar, desnudar nuestra alma, acceder al interior de nuestro corazón y ponernos en manos del Santísimo Cristo de la Defensión y de María Santísima de la O. No dejéis pasar esta oportunidad.
La Semana Santa 2020 será diferente, y no por diferente será mejor o peor, simplemente descubriremos aspectos que nos pasan desapercibidos durante la celebración de nuestra Semana Mayor, repartiendo nuestras preocupaciones en signos externos y en oraciones íntimas. Este año, más que nunca, será nuestra Semana Santa interior. Acerquémonos a la pasión, muerte, y resurrección de Nuestro Señor Jesucristo como nunca, y alegraos porque pronto será la primavera de 2021, volveremos a ver nacer el azahar, volveremos a disfrutar del olor a incienso y volveremos a admirar la belleza de los altares que ofrecemos a nuestros Sagrado Titulares.
Esta Semana Santa debe hacernos ofrecer lo mejor de cada uno, hacernos llegar al interior de nuestro espíritu cofrade y descubrir la cercanía, en la distancia, de los demás hermanos, sus virtudes y las dones que pueden ofrecer para la vida diaria de la Hermandad.
No olvidéis en vuestras oraciones a aquellas personas e instituciones que siempre acompañan a nuestra Hermandad; y a aquellos hermanos, familiares y amigos que ya gozan de la cercanía del Todopoderoso pedidles que intercedan ante Él por vuestras intenciones y las de la Iglesia.
Nuestra institución se sustenta en tres pilares que son compatibles con la situación de estado de alarma. Así la formación y el culto son puestos a vuestra disposición y recibidos por todos a través de los numerosos medios telemáticos de los que disfrutamos. La caridad, mediante el voluntariado o la generosidad económica, es posible y más necesaria que nunca. Te pido que valores lo que tienes a tu alrededor y ofrezcas parte de lo tuyo para los que no tienen; la bolsa de caridad San Francisco y San Bruno es un instrumento efectivo, pero es necesario el granito de arena de todos.
El convencimiento de que esta pandemia nos va a hacer mejores personas y mejores cofrades me hace ser optimista, invitando a todos a compartir con ilusión la vida diaria de la hermandad.
Recibe un fraternal abrazo en Cristo Jesús.
Fernando Barrera Romero
Hermano Mayor