Paco Cómez, como le llamamos la familia defensionista, fue durante 22 años Hermano Mayor de la Hermandad de la Defensión, situación esta que actualmente no estaría permitida por la normativa diocesana, pero es un dato relevante para poder entender la reciente historia de esta corporación.
Conjuntamente con su esposa, Mercedes Gil, formaron un tánden inigualable. Durante su extenso mandato se podrían destacar tres logros principales, en los que tuvieron mucho que ver los miembros de la junta de gobierno que lo acompañaron durante los 22 años.
En primer lugar Paco fue un hombre de consenso, lo que le llevó a tener una magnífica relación con la comunidad capuchina de Jerez y por ende con la Orden. De igual forma y con esas dosis de relaciones públicas nato que le caracterizaban, tenía la Hermandad completamente pacificada.
En segundo lugar, Paco consolidó y potenció la relación con el estamento militar. Gracias a su habilidad debemos esas imágenes en blanco y negro y esas primeras a color en las que se observa la avenida repleta de militares para desfilar tras el Santísimo Cristo de la Defensión.
Por último, durante su mandato, concretamente en 1971, se adquiere y se bendice la actual Virgen de la O, obra del imaginero sevillano Luis Álvarez Duarte. Luchó incansablemente para sacar bajo palio a la Virgen, acontecimiento que ocurrió en 1992 bajo el primer año de mandato de Claudio Troncoso, pero que se había gestado durante el último de Paco. En reconocimiento a todo este esfuerzo, la Hermandad nombró a su esposa, Mercedes Gil, Camarera Perpetua de la Virgen de la O.
Este último hito en la historia de la Hermandad de la Defensión tuvo, sin él saberlo, mucha relación con el día de su marcha para estar junto al Padre Eterno. Como cada año, la Virgen de la O marchó en el mes de mayo, concretamente el día 30, para estar con sus niños de la Compañía de María. Fue ese día cuando la Hermandad recibió la noticia del fallecimiento de Paco. Al día siguiente, 31 de mayo, la Hermandad conjuntamente con el colegio, agilizó el regreso para que la Virgen de la O estuviera vestida de negro riguroso y recibir así el cuerpo de nuestro hermano en un esfuerzo titánico de la mayordomía y priostía.
Sirvan estas palabras para dejar patente y constancia escrita del agradecimiento de la familia defensionista hacia Paco Cómez y Mercedes Gil por todo el trabajo que realizaron. Gracias a él y a todos los hermanos mayores que me precedieron, por habernos legado lo que hoy es la hermandad de la Defensión.
Fernando Barrera Romero
Hermano Mayor de la Defensión