El cartujo no teme a la muerte, pues es la puerta que le abre el camino para contemplar la gloria de Dios. Tras la Misa conventual de difuntos que oficia el Prior, la procesión se dirige al cementerio, todos los monjes cantando salmos que hablan de esperanza y terminarán con la alegría de Magníficat.
Usted está aquí: Inicio / 02Historia / Órdenes / Los Cartujos / Modo de vida / El entierro de un Cartujo